Las ballenas, eligieron esta costa cercana a Puerto Madryn, como la nursery más concurrida. Decenas de madres desfilan por esta costa, para estar con sus crías, los primeros meses de vida. También hay otras especies animales, que eligen algún lugar específico de Península Valdés para vivir algún proceso en particular de su ciclo anual. Las ballenas que llegan son de la especie franca austral. El ciclo empieza cuando aparecen a estas costas entre fines de abril y comienzos de mayo.
Desde que se avista la primera generalmente en la cercanía de la playa en algún punto de la costa sur, cercana a Puerto Madryn, día a día el número de ballenas crece y comienzan a verse en pequeños grupos. Ellas tienen un patrón de circulación, predecible a lo largo de la temporada. Comienzan a entrar por el sur y al pasar de los 8 meses de permanencia, la mayor concentración se va a encontrar en la zona Norte del Golfo, en las zona de Puerto Pirámides. Al comienzo de la temporada de observaciones de ballenas, entre mayo y mediados de octubre, Playa El Doradillo se convierte en el mejor lugar para verlas desde la costa a pocos metros. Tan así es que se puede apreciar las increíbles proporciones de su tamaño. Muchas veces, el acercamiento permite estar a menos de 30 metros de la linea donde flotan decenas de ellas.
Las características principales que congregan a las madres con crias esta porción de costa de Península Valdés, al ser una playa de canto rodado que a pocos metros de la costa llega a mas de 8 metros de profundidad, y tener reparo de los fuertes vientos crea un espacio de aguas muy calmas. Esta singularidad le permite tener profundidad suficiente para amamantar a su cria, a la vez que impide a los machos intentar copular por la falta de volumetría submarina para poder moverse. Esos comportamientos obscenos precisan un minimo de 15 o 20 metros de profundidad.