El atardecer, al despedir al día, ilumina la Reserva Punta Piramide. Con su última luz, el sol concentra todo el poder de ese mágico instante, en un escenario marino privilegiado. Uno de los pocos lugares de Argentina donde se puede experimentar como el sol se esconde atrás del mar. Al mismo tiempo, en temporada de ballenas, se ven desde el acantilado decenas de sus característicos soplidos, salir del agua. En el verano, ver y escuchar los miles de lobos marinos en la colonia reproductiva mas grande de Península Valdés en la Patagonia Argentina. Tantas condiciones convierten a Punta Pirámide en un bendecido espacio natural.
Una saliente de tierra con forma de pirámide que desplaza al mar, es símbolo de una costa erosionada por el paso de las eras geológicas. Con un suelo arcilloso repleto de fósiles marinos, se manifiesta a diario desde siempre.
La Reserva Punta Pirámaide, tiene una superficie de 132 hectáreas y fué creada en febrero de 1974. Formada por acantilados de hasta 70 metros, se desarrollan en forma sinuosa, alternados con pequeñas playitas de cantos rodados, donde la vegetación es achaparrada como en el resto de la estepa.