Esta imagen, es un rincón en la Patagonia Argentina, la réplica de la Capilla del Fuerte San José en la Isla de los Pájaros. Está ahí solita, a un costado del centro de interpretaciones de la reserva. Parece un poco desencajada de contexto, pero esta capilla, es la mejor entrada palpable a la historia. En unos renglones haré un brevisimo resumen para evocar viejas épocas, con la información que leí en la cartelería del lugar. Mantener viva la memoria colectiva, por lo menos con generalidades, nos permite saber un poco mas de nuestro pasado y por consiguiente de nosotros mismos.
Si te interesa saber en profundidad, te dejo el siguiente link que te lleva a un estudio hecho por Jimena Alberti (PDF) sobre la Arqueología histórica en Península Valdés. Primeros abordajes históricos y arqueológicos al fuerte San José (1779-1810). Un estudio de 43 páginas, muy completo seguro te servirá.
Si elegís un corto relato, ahora traigo a cuento viejas narraciones con anécdotas basadas en crónicas de quienes pasaron por aquí, desde los tiempos coloniales. El comienzo de la nueva historia, según relata la placa de la puerta de la capilla. Data del 26 de Febrero de 1535, con el desembarcó de la expedición española al mando de Simón de Alcazaba u Sotomayor con las Naos » Madres de Dios» y » San Pedro», en las inmediaciones de Camarones y el 9 de marzo de ese mismo año funda esta provinicia con el nombre de Nueva León, esta misma expedición terrestre, descubrió el Río Guadalquivir (Rio Chico y el Rio Chubut). Una distancia de cientos de kilómetros de distancia de la Península Valdés.
La navegación de barcos, para llevar provisiones y buscar materias primas a las colonias patagónicas, fueron aumentando las frecuencias. Con el paso de las decadas y los siglos, era solo cuestión de tiempo para que alguien decidiera bajar, en las protegidas aguas del golfo San José y el golfo Nuevo. Eso fue lo que pasó docientos y tantos años después de la llegada a Camarones, mas precisamente el 7 de Enero de 1779 desembarcan los primeros colonos españoles en el lugar de la costa que hoy se conoce con el nombre de Playa Villarino, en el Golfo de San José.
Don Juan de la Piedra, estando al mando de la Fragata Nuestra Señora del Carmen y comandando una flota donde había otras embarcaciones como Santa Teresa y Nuestra Señora de Oliveyra, decide entrar en ese amplio Golfo. El desembarco fue en la costa Sur-Sureste del Golfo San José y funda lo que luego se conocería como Fuerte San José o Estancia del Rey. El Piloto General Don Basilio Villarino, descubre las fuentes de agua en un lugar, que luego pasaría a llamase con el apellido de Don Basilio. En aquel entonces, aquellos pioneros, a fuerza de un enorme sacrificio, se establecieron en los confines del continente americano, con hacienda y realizando pequeñas huertas con canales de riego, al confirmar después de analizar muestras de agua potable, la bondad de ese manantial.
Este asentamiento contaba con personas de distintos oficios y con el fin de proteger la soberanía española se establecieron definitivamente construyendo entre otras obras una capilla. Esta que podés ver en la Isla de los Pájaros, es una réplica de esa Capilla Histórica del Fuerte San José, distante a 30 km del sitio original, donde se había erigido el Fuerte de La Candelaria. Aunque recientes estudios sostienen que la imágen y los planos conocidos del Fuerte San José, fundado por la Corona Española en 1779 en Península Valdés, serían los del Fuerte de Montevideo en Uruguay y la réplica de esta Capilla en la Isla de los pájaros sería de la ciudadela de Montevideo, hoy en día desaparecida, pero como no quedan testigos… seguimos con el relato.
Según los documentos que redactaron meses después, en el fuerte de Rio Negro, Juan Coca, Juan Centeno, Juan Albornoz, Francisco Rodriguez y Casimiro Nivacos en un acta, en la que cuentan que el 8 de agosto de 1810 Rezaba misa el capellan Fray Bartolome Poggio y un malón Indigena, con los caciques Colchecan Cossuna, Tanana, Zenchil, Salu entre otros, al mando, arrasaron por completo las instalaciones y el fuerte.
Cuenta la historia no oficial que por algo habría sido… que con tanta violencia hayan terminado con una convivencia de 30 años. Algún acto de los colonos, les debe haber detonado el amor propio a los locales y decidieron dejar unos pocos sobrevivientes para que cuenten la historia. Hoy a Playa Villarino se llega por tierra y es una playa perdida en una inmensidad sin fin, en pleno siglo XXI, no hay nada mas que una inconmensurable y solitaria playa del fin del mundo, sin vestigios de asentamiento alguno. Pero mas allá de conjeturas de por que los indios no toleraron mas la avanzada presencia del hombre blanco, es interesante llegar a la Isla de los Pájaros, con un poco de imaginación y remontarse a una época muy distante en el tiempo. Cuando aquellas primeras incursiones coloniales aparecieron en estas costas ásperas y distantes de la Patagonia.
Desde las pasarelas se puede ver una importante panorámica del Golfo San José y de los accidentes geográficos que lo circundan. Al Oeste, se ve Punta Gales y al Este Punta Logarítmo, La isla queda al medio de la visual, junto a la Réplica de la Capilla del Fuerte San José. En los días despejados y claros, que son la mayoría de los días en esta latitud y longitud, se pueden ver Punta Quiroga a la Izquierda y a 6,8 km de distancia dirección Este, se presenta majestuosa, Punta Buenos Aires, esas dos punta forman la boca del golfo entre acantilados y fuertes corrientes de agua que entran y salen del Golfo San Matías. Única por sus características naturales, esta porción de paraíso es un orgullo para todas las personas que por allí pasan y ni hablar de las aves!