¿Qué aprenderé en la reserva de Punta Piramide?
En la Reserva Punta Pirámides, como ya comenté en otros artículos, la vista panorámica es lo mas parecido a ver el infinito. Una sensación de enormidad me envuelve cada vez que desde su mirador observo una cantidad de agua imposible de medir. Desde allí ver una ballena de 16 m saltar, es literalmente descubrir apenas un puntito negro en un interminable azul profundo.
Acá les comparto un poco de información, que pueden profundizar en los posters que acompañan el sendero al mirador de Punta Pirámide, en sierta forma, sintetizan conocimientos sobre la diversidad de vida que alberga este desolado destino patagónico. Al ver la falta de vegetación, escases de plantas y árboles un recién llegado siente que no hay nada, está todo vacío. Una planicie con arbustos, todos iguales, bajos y secos. Pero para el buen observador, esa nada está llena de existencia, hay que afinar el ojo y descubrir la sutileza de la vida esteparia.
Las plantas que uno ve al costado de la ruta, son ni mas ni menos que unas 300 especies diferentes, a pesar de no superar los 2 metros de altura, son ejemplares que muchas veces llegan tener 50 años de edad. Adaptadas a la falta de agua sobreviven y decoran la estepa patagónica de forma constante, algunas de ellas tienen propiedades medicinales.
Los fósiles que forman el suelo de toda la Península Valdés, se exciben claramente en los paredones que forman el corte abrupto de la planicie en su encuentro con el mar. Acantilados de estratos geológicos, nos hablan de eras pasadas en estas latitudes. Una prehistoria llena de dinosaurios muchos de ellos herbívoros y de plantas tropicales que formaban bosques tupidos. Algunas de las especies animales fosilisadas que se encuentran acá, son moluscos marinos, esta tierra fue fondo oceánico, pero son especies que ya no habitan estas gelidas aguas. Hoy en día son especies vistas vivitas y coleando ¡¡ en el mar caribe !! Pruebas que demuestran que la zona era totalmente tropical.
Pero bueno, eso fue hace millones de años. Llegamos nosotros, para ser testigos de la fragilidad de un mundo cambiante, mágico, poderoso, misterioso y delicado a la vez.